Calcula bien tus
energías. Esos que ves ahí nunca van a votarte. Les pondrás baldosas de oro,
macetas con tulipanes, perfumes en los sumideros de los retretes. Nunca van a
votarte. Luego están otros, los de sonrisa de plato, los que te abrazan en los
cócteles. Te van a desear toda la suerte, te dirán hay que hacer algo para que
esto cambie. Pero tampoco lo harán. Dirán a sus amigos: dadas las circunstancias…,
lo que ahora conviene…, lo mejor para todos… y toda esa mierda. Luego están los
que siempre desconfían, los que dicen que no votan. Que no creen en el sistema.
Que les roban los políticos. Que se quedan con su dinero. Nunca les vi hacer
nada por nadie, ni siquiera por ellos mismos. Esos son imprevisibles. Están los
que te votaron y ya se han arrepentido, los que dicen que jamás te votarán. Son
un verdadero filón. En el fondo desean creer que no se han equivocado. Insiste
sobre ellos. Y luego están los tuyos, los fieles, los de misa diaria. Los que
siempre votarán tus colores. Algunos de ellos te desprecian, pero van a
votarte. Esos los tienes seguros, como también a los que creen ciegamente. Los
que piensan que eres lo mejor para el país. A esos vas a despreciarlos. Te van
a parecer carne de mulo, una masa informe que manejas. Saben perfectamente que
vas a traicionar su confianza. Que no cumplirás ni una sola de tus promesas.
Que te venderás a los más poderosos. Que no vas a cambiar. No son ingenuos, ni
estúpidos: lo saben. Por eso van a votarte.
Pablo García Casado –
García [Séneca aconseja a Nerón ante el inminente proceso electoral]
La fotografía es de
Agustí Centelles.