NIEVE
Dice la radio, amor,
que está nevando afuera.
Yo estoy dormida y tú dormitas.
Sé que me escuchas desde lejos,
quisieras acudir
pero en tu sueño
el algodón es tan pesado.
Tu pecho tiene
una puerta de plumas:
si soplo me abre paso.
Me asomo, te olfateo
la piel de la cadera
y, antes de que despiertes,
cierro los labios
sobre tu carne
desprevenida.
Abres los ojos.
Busco tu glande
Hasta que bulle
mi boca llena.
CUBO DE NIEVE
Al despedirte, agitas
la esfera de cristal
que he llevado encendida
dentro del pecho y surgen ocho aristas
allí donde rodaba apacible la nieve.
Revuelta, la emoción estudia
los bordes de su nueva geometría.
Nota: La fotografía es de Lauren Greenfield y la encontré aquí: http://www.piaget.org/Symposium/2008/index.html
Dice la radio, amor,
que está nevando afuera.
Yo estoy dormida y tú dormitas.
Sé que me escuchas desde lejos,
quisieras acudir
pero en tu sueño
el algodón es tan pesado.
Tu pecho tiene
una puerta de plumas:
si soplo me abre paso.
Me asomo, te olfateo
la piel de la cadera
y, antes de que despiertes,
cierro los labios
sobre tu carne
desprevenida.
Abres los ojos.
Busco tu glande
Hasta que bulle
mi boca llena.
CUBO DE NIEVE
Al despedirte, agitas
la esfera de cristal
que he llevado encendida
dentro del pecho y surgen ocho aristas
allí donde rodaba apacible la nieve.
Revuelta, la emoción estudia
los bordes de su nueva geometría.
Nota: La fotografía es de Lauren Greenfield y la encontré aquí: http://www.piaget.org/Symposium/2008/index.html
1 comentario:
Buenísimo a quien no le gustan las mañanas nevadas ? un beso
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