Se acercan a la pasarela de madera, y mi padre ordena a mi madre que inhale el aire penetrante del mar. Ambos respiran hondo, ríen ambos mientras lo hacen. Tienen en común el interés por la salud, aunque mi padre es fuerte y corpulento, y mi madre algo delicada. Se han atiborrado de todo tipo de ideas sobre lo que conviene comer y lo que no, y a veces se acaloran discutiendo la cuestión, hasta que mi padre da carpetazo al asunto soltando la patochada de que, a fin de cuentas, de algo hay que morirse.
Nota: La traducción del texto es de Albert Fuentes y Xavier Manzano; la fotografía, de Richard Billingham, se encuentra en este enlace: http://artesigloxxi.wordpress.com/2009/06/13/richard-billingham/
No hay comentarios:
Publicar un comentario