Yo estoy aquí porque nací aquí y en consecuencia no sirvo para
ningún otro sitio, pero tú no sé. Quizá también seas de aquí y antes o después
descubriremos que vivíamos en una manzana de distancia y ni siquiera lo
sabíamos. O quizá te mudaste hace un par de años por cuestiones de trabajo.
Quizá estudiabas aquí. Quizá viste el panfleto. La ciudad ha dedicado una cantidad
considerable de tiempo y de dinero en prepararlo, con todo el conjunto de
películas, programas de televisión y canciones…la idea esa de que “Aquí puedes
conseguirlo”. La ciudad también ha dedicado muchos esfuerzos para que tu población
natal parezca de lo más sosa y pequeña, solo por si acaso alguna vez te
preguntaras por qué a veces resulta una lata regresar a ella.
No importa cuánto tiempo lleves aquí, eres neoyorquino desde la
primera vez que dices Aquello era el Munsey´s o Allí estaba el Tic Toc Longue.
Que antes de que planificaran ese café internet, solías arreglarte la suela de
los zapatos en el negocio familiar que ocupaba ese mismo lugar. Eres
neoyorquino cuando lo que estaba antes es más real y está más vivo que lo que
hay ahora.
Colson Whitehead – El coloso de Nueva York
La fotografía es de Manolo Lagillo.
1 comentario:
Esa manía de nombrar los lugares con el nombre de hace cientos de años, porque tú recuerdas el día de la inauguración.
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