…porque al decir
frases tales como: “Es completamente imbécil”, “No tiene ni idea de escribir”, “No
ha leído a Hemingway” crean un humus colectivo de cuya pasta flora inconscientemente
todos se alimentan y así nunca alabando, criticando siempre, desdeñosamente
alzando una ceja hasta la altura de la media frente, palmeando aprobadoramente
en el hombro del menos dotado de los circunstantes, hablando de fútbol,
pellizcando a una estudiante de filosofía, admirando el traje de terciopelo
negro y la larga trenza de una cursi aliteraturizada, haciendo un chiste cruel
sobre un pintor cojo que se arrastra hacia su mesa, simulando proezas amatorias
merced a una hábil reiteración de llamadas telefónicas, tratando con
impertinencia apenas ingeniosa al camarero que ha escrito ya siete comedias,
haciéndose convidar a café y copa por un provinciano todavía no iniciado,
fumando mucho, hablando sin parar y no escuchando, aseguran entre todos la
continuidad generacional e histórica de ese vacío con forma de poema o garcilaso
que llamamos literatura castellana.
Luis Martín-Santos - Tiempo de silencio
Nota: La fotografía es de José Guerrero.
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