Este párrafo aparece en un poemario, en el único poemario por ahora, de Julián Rodríguez: Nevada (Renacimiento, 2000)
Los poemas no se parecen a los cuentos, ni tan siquiera cuando son narrativos. Todos los cuentos tratan de batallas de un tipo o de otro, que terminan en victoria y derrota. Todo avanza hacia el final, cuando habremos de enterarnos del desenlace.
Indiferentes al desenlace, los poemas cruzan los campos de batalla, socorriendo al herido, escuchando los monólogos delirantes del triunfo y del espanto. Procuran un tipo de paz. No por la hipnosis o la confianza fácil, sino por el reconocimiento y la promesa de que lo que se ha experimentado no puede desaparecer como si nunca hubiera existido. Y sin embargo, la promesa no es la de un monumento. (¿Quién quiere monumentos en el campo de batalla?) La promesa es que el lenguaje ha reconocido, ha dado cobijo, a la experiencia que lo necesitaba, que lo pedía a gritos.
Los poemas están más cerca de las oraciones que de los cuentos.
4 comentarios:
A GRACIAS A ESO QE ESCRIBISTES YA TENGO MI TAREA PARA MAÑANA DE LA DIFERENCIA ENTRE UN POEMA Y UN KUENTOP JEJE CHIDOP BYE
es buena onda quien escrivio esto
Gracias ya tengo mi taárea para mañana
Mmm no me lo redacta muy bien pero aver q me dicen gracias
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