miércoles, 30 de mayo de 2018

Lobo Antunes 1




Nunca me di cuenta de cuándo se deja de ser pequeño para convertirse en mayor.
Probablemente cuando nos empieza a gustar ducharnos. Probablemente cuando nos ponemos tristes. Pero no estoy seguro: no sé si soy mayor.

En mi familia los animales domésticos  no eran perros ni gatos ni pájaros. En mi familia los animales domésticos eran los pobres.
El plural de pobre no era pobres. El plural de pobre era esta gente.

Un conocido mío solía afirmar que el aire de campo es puro porque los campesinos duermen con la ventana cerrada.

La verdad es que parte de mi futuro ha quedado detrás de mí.


António Lobo Antunes Libro de crónicas. Una selección

La traducción es de Mario Merlino

lunes, 21 de mayo de 2018

Forasteros




Mirábamos mal a los chicos de ciudad que venían a pasar las vacaciones al pueblo de su padre o de su madre.

Algunas chicas ya se dejaban tocar por debajo de la camiseta.

Eso contaban.

Forastero. Era el término empleado por los mayores.
“Se ve mucho forastero”, solía decir mi abuelo, que estaba casi ciego.

El grupo de canto y baile regional, al que mi hermana pertenecía, actuaba varias veces a lo largo del verano.

Las terrazas de las cafeterías llenas de orgullo de emigrante…

Urbano Pérez SánchezTrieste

La fotografía es de Juantxu Rodríguez

viernes, 18 de mayo de 2018

Proximidad de la decadencia




… Nietzsche considera que la decadencia se remonta al inicio de la filosofía, con Sócrates y Platón, y a la postulación de un mundo verdadero diferente del de aquí. A grandes rasgos, éste sería el planteamiento nietzscheano: con el término nihilismo se designa la forma y  el sentido de la crisis que afecta al conjunto de la civilización occidental.

[…] La civilización occidental es decadente porque culmina con el dominio de los débiles sobre los fuertes y, por tanto, sepulta la voluntad de poder. Ejemplo privilegiado de la decadencia lo tenemos en la figura del sacerdote, capaz de defender en sus homilías que una vida disminuida es, en el fondo, la mejor de las vidas. En tal sentido cabe hablar del nihilismo como del dominio de la nada.

[…] La filosofía de la proximidad es también una respuesta al nihilismo […] En lugar del eterno retorno, el “retorno a casa”. Nietzsche podría decir que esto es una vulgar réplica del peor cristianismo. Pero éste es precisamente el embate que hay que resistir. En vez de la voluntad de poder, la resistencia;  en vez del superhombre, la proximidad; en vez de la afirmación, la “problematicidad”; en vez del futuro, la memoria.

Josep Maria Esquirol -  La resistencia íntima. Ensayo de una filosofía de la proximidad.

La fotografía es de Sebastião Salgado.