viernes, 11 de marzo de 2022

Verán


 

Verán, yo pienso que la novela del siglo XX, casi toda ella, es de una gran inverisimilitud. Y creo que la causa está relacionada con la prohibición de la política. No digo que la novela del siglo XX sea mala, pero es insuficiente. Como si hablase de un mundo donde todas las personas tienen un solo brazo y una sola pierna y un solo ojo y media nariz y donde los cristales no se rompen al caer.

[…] me interesa que las novelas me hablen de la mitad de la mirada y del medio corazón y de copas que flotan en el aire. Lo que reclamo es la otra mitad. Quiero también lo que me falta.

[…] Yo lo quiero todo. Quiero las historias de presos, y quiero los jardines. Quiero, a ser posible, las historias que cuenten la relación directa, clara, nítida, entre los presos y los jardines. Pero no cambio la relación por los jardines. Me importa cómo se dificulta la vida de los demás, cómo la dificultan los burgueses, además de cómo lo hacen, en los casos en que lo hagan, los comunistas. Lo quiero todo.


Belén Gopegui – Un pistoletazo en medio de un concierto. Acerca de escribir de política en una novela.

La fotografía es de Joseph Rodríguez

sábado, 5 de marzo de 2022

El arte de romper


Flaubert empezó a escribir Madame Bovary en 1851 [...] le llevó cuatro años y medio de trabajo. [...] Su estudio estaba en la planta alta de la casa, una habitación amplia que daba al jardín, con el Sena al fondo. Solía escribir allí desde primera hora de la tarde hasta bien entrada la madrugada, parando sólo para cenar, y era infatigable, escribiendo, reescribiendo, revisando, y produciendo lentamente, quizá "una página por semana, o una cada cuatro días, o trece en tres meses". Hay cuatro mil quinientas cuartillas de borradores para las trescientas del libro.

[...]Ser escritor es estar condenado a corregir. 

James Salter - El arte de la ficción.
Traducción de Eugenia Vázquez Nacarino