domingo, 22 de marzo de 2009

Antonio Ferres: Mirada sobre Madrid

Jordi Gracia y la revista Acento. No existen muchas más fuentes (fáciles, salvo sus Memorias de un hombre perdido) a las que recurrir para saber algo del tiempo en que Ferres y otros escritores intentaron aplicar a su literatura un realismo que algunos llamaron Realismo de la Berza.
En Acento Cultural -una revista que se editó entre 1958 y 1961 en España- Antonio Ferres manifiesta que la literatura debe ir hacia el realismo, pero no de simple testimonio, sino crítico, comprometido.

Ferres. Evidente: la obra que escribió Ferres en aquellos años siguió esa consigna. Cuando en 1967 apareció en España Mirada sobre Madrid, Ferres vivía en Estados Unidos. Enseñaba novela española contemporánea en la Universidad de Indiana. Había escrito, tras ganar el premio Sésamo en 1954, cinco libros más: La piqueta, Caminando por la Hurdes (con Armando López Salinas), Los vencidos (publicado en Italia, por Feltrinelli, antes que en España, en 2005), Tierra de Olivos y Con las manos vacías. Estados Unidos cambió su forma de escribir.

Tradición. Recuperado para las librerías por Gadir, me pregunto si Ferres no es más tradición de lo que me parece en autores jóvenes. Quizá no sea fácil encontrarla. Hay, sin embargo, una frase en Caminando por las Hurdes que, podría decir, tengo grabada, -y sacada de contexto-: Hay muchas maneras de defender la tradición.
Hace unos días que conseguí este libro que parece escrito, por contraste, para la chica que aparece en la foto de arriba: una princesa. Y para mí, por otro motivo. Ahora, por fin, tengo esa media docena de textos que puedo repasar una y otra vez.



Blancanieves. ¿Cuántas manzanas de casas vamos a partir en dos para descubrir dentro los gusanos que son la gente?

Sol.…la ciudad entera…3.014 horas de sol en el año 1962.

Viento. La nueva ciudad…sigue las carreteras o las puntas de las rosa de los vientos. Primero con chabolas y, luego, casuchas parecidas en todo a las abandonadas en sus respectivas regiones.

Libertad…bajo las…vías que van a la estación de Atocha…hay un hombre viejo con un letrero en la mano, que pone LIBRE. Hace las veces de modesto semáforo a bajo jornal, y da paso al coche que tiene “prioridad” para evitar choques.

Puntos cardinales. Hay barrios muy alejados, como el del Gran San Blas o del Pequeño San Blas, a los cuales llegan los autobuses llenos de gente con el mismo aire cansado de los viajeros que regresan a la banlieue de París, y donde el precio de edificación es más barato…poblados dirigidos y bloques y viviendas protegidas o experimentales y barriadas de absorción…(Apiñamos gente en esas diligencias paradas y vivan todos como de viaje que dijo Larra.)…La gente de estos suburbios parece menos pobre, según nos acercamos al Norte…los tecnócratas comprueban esa natural tendencia a afincarse en esta parte las gentes de las provincias del Norte, mientras que los toledanos y andaluces quedan en la zona que les corresponde.

West Side Story. (Una película que muestra la vida, los nuevos mitos de los adolescentes portorriqueños coartados, vejados, perseguidos al otro lado del río Hudson, en el barrio Oeste de Nueva York.)…Y hay que hacer un distingo entre los ye-yes burgueses de algunas salas del Centro…y esos otros muchachos más duros, rajados y heridos por la vida; un distingo entre las chicas de finas cinturas y carne tostada en las elegantes piscinas o en las veraniegas playas y las adolescentes que se queman las manos en laboratorios químicos y talleres.

El alma de los enanos. Ahora la ciudad tiende a crecer también verticalmente…hay capas de distinta claridad y color en el cielo. Al final, una lámina negra, estrellada, sobre todo Madrid. Sobre los veinte cerros o colinas que forman la ciudad…Y como una intuición del Madrid de 6 millones de almas del año 2000.

Blancanieves. Estoy seguro de que la chica que habla inglés no habrá pasado hambre nunca…Estoy seguro de que no sabe gran cosa de esta sofocante ciudad, ni sabe la parte de Madrid que debemos salvar.

Notas:
La fotografía es de Gonzalo Juanes. Serrano, Madrid, 1965.
Miradas sobre Madrid está ilustrado con fotografías de Daniel Gil.
El primer párrafo del post lo he obtenido del libro de Jordi Gracia, Estado y cultura. El despertar de una conciencia crítica bajo el franquismo, 1940-1962 (Anagrama, 2006)