martes, 29 de marzo de 2011

Campo de juego.



Todo juego se desenvuelve dentro de su campo, que, material o tan sólo idealmente, de modo expreso o tácito, está marcado de antemano. Así como por la forma no existe diferencia alguna entre un juego y una acción sagrada, es decir, que ésta se desarrolla en las mismas formas que aquél, tampoco el lugar sagrado se puede diferenciar formalmente del campo de juego. El estadio, la mesa de juego, el círculo mágico, el templo, la escena, la pantalla, el estrado judicial, son todos ellos, por la forma y la función, campos o lugares de juego; es decir, terreno consagrado, dominio santo, cercado, separado, en los que rigen determinadas reglas. 

+ Johan HuizingaHomo ludens, traducción de Eugenio Imaz.
x En la fotografía, de Cristian Ritchters, el Estadio municipal de Braga, diseñado por Eduardo Souto de Mora, premio Priztker 2011.