sábado, 5 de marzo de 2022

El arte de romper


Flaubert empezó a escribir Madame Bovary en 1851 [...] le llevó cuatro años y medio de trabajo. [...] Su estudio estaba en la planta alta de la casa, una habitación amplia que daba al jardín, con el Sena al fondo. Solía escribir allí desde primera hora de la tarde hasta bien entrada la madrugada, parando sólo para cenar, y era infatigable, escribiendo, reescribiendo, revisando, y produciendo lentamente, quizá "una página por semana, o una cada cuatro días, o trece en tres meses". Hay cuatro mil quinientas cuartillas de borradores para las trescientas del libro.

[...]Ser escritor es estar condenado a corregir. 

James Salter - El arte de la ficción.
Traducción de Eugenia Vázquez Nacarino