Existen… dos clases de lectores.
Los lectores de muchos libros y los lectores de un único libro. El judaísmo, el
cristianismo y el islam se inspiran los tres en un único libro. Una
civilización que se inspira en un libro es algo maravilloso, desde luego. Pero
si ese libro excluye a otros libros, y si, por causa de ese libro, las personas
que leen o escriben otros libros son quemadas en la hoguera, como sucedía antes
aquí, o asesinadas y amenazadas, como ocurre hoy, mal anda entonces la
libertad. Y no hay ninguna necesidad de que sea así.
[…] En la España de otros
tiempos, gobernada por reyes ilustrados, emires y califas, convivieron los tres
pueblos de un único libro bajo formas de unidad en la diversidad que el mundo ya
no ha vuelto a conocer. […] Y tal vez peque de pesimista o simplista, pero a
veces parece como si esa guerra invisible que se libra en el mundo fuese
también una guerra entre lectores, los lectores de ese único libro… contra los
lectores de muchos libros, y, como víctimas inocentes, la gente que nunca lee.
[…] Es un círculo… Leer es escoger,
pero para poder escoger hay que leer.
Cees Nooteboom – Lluvia roja
La traducción es de Isabel-Clara
Lorda Vidal; la fotografía, de Jean Gaumy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario